martes, 20 de septiembre de 2011

Brillante artículo del profesor Andoni Sáenz de Buruaga sobre una investigación del patrimonio cultural saharaui en los territorios liberados


La investigación se hizo en el Tiris en territorio liberado de la RASD evacuado por Mauritania en 1979

Patrimonio y pasado cultural del Sahara Occidental. Seis años de investigaciones sistemáticas vasco-saharauis en la región del Tiris (2005-2010). (I/II)

Andoni SÁENZ DE BURUAGA, Universidad del País Vasco y Asociación Vasco-Saharaui de la Evolución Cultural

Los números 377 y 379 de esta revista Euskonews recogían un artículo que, redactado en el otoño de 2006, tenía como objetivo dar a conocer los propósitos, las líneas generales de actuación y los primeros resultados del proyecto de investigación y cooperación cultural en el Sahara Occidental que, con aún una breve andadura, intentábamos sostener con nuestro mayor entusiasmo y entrega. En efecto, fue hacia mediados de 2004 cuando nos dirigimos a los Campamentos de Refugiados Saharauis de Tindouf (Argelia) con la idea de valorar la posibilidad de trabajar en los “territorios liberados” de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) a través de un proyecto sustentado en la recuperación, la conservación y el estudio integral del patrimonio y del pasado cultural. Tras el reconocimiento elemental del territorio, conveníamos con el Ministerio saharaui de Cultura la pertinencia de la propuesta. El año 2005 marcaba el inicio de nuestras investigaciones sistemáticas en una región que elegíamos como marco geográfico en donde llevar a cabo la práctica: el Tiris, en el extremo suroriental del Sahara Occidental.

Hasta finales de ese 2006 se habían efectuado 2 misiones científicas sobre el territorio: ambas focalizadas, esencialmente, en la investigación arqueológica. Con el paso de los años, sin embargo, las cosas han cambiado de manera sensible: el proyecto se ha ido progresivamente consolidando, las campañas de investigación se han multiplicado, el abanico de líneas de investigación sobre el terreno se ha ampliado considerablemente, etc. Tras 6 años íntegros de investigaciones sistemáticas y continuadas en el Tiris, nos parece apropiado el momento para proponer ahora una valoración general de las actuaciones emprendidas y de los resultados obtenidos. Por forzosamente sumaria que la exposición pueda resultar, el hecho de haber cumplido ya un sexenio nos posibilita, con una cierta perspectiva de tiempo, apreciar las contribuciones efectuadas, valorar el estado de las investigaciones y atisbar las orientaciones futuras.

Los inselberges, de formatos redondeados y cordiformes, constituyen uno de los ingredientes singulares del mosaico geográfico del Tiris

Los inselberges, de formatos redondeados y cordiformes, constituyen uno de los ingredientes singulares del mosaico geográfico del Tiris.

Documentar para conocer

En concordancia con el Ministerio de Cultura de la RASD, dos han sido los objetivos estratégicos de estudio que han focalizado nuestras actuaciones en estos 6 años consecutivos en el Sahara: 1) la realización del catálogo e inventario de la riqueza patrimonial del Tiris; y, 2) la aproximación científica a los procesos de evolución sociocultural y medioambiental de ese territorio.

Por ello, y como primer nivel dentro del proceso del conocimiento, hemos centrado la actividad en la recuperación exhaustiva de los gestos y expresiones del patrimonio. Lo que conlleva, gradualmente, la búsqueda, identificación, registro, clasificación, recuperación y consolidación de la biodiversidad y pluralidad de la cultura del pasado. Un medio paralelamente de interpretación de algunos trazos de la evolución social y medioambiental del espacio.

Conforme a nuestra particular concepción teórica multidimensional e interdependiente de los procesos históricos, se ha organizado la dinámica operativa en torno a diferentes programas de investigación convergentes. Hasta el presente, hemos desarrollado los siguientes campos de estudio pluridisciplinar sobre el terreno: 1) Paleoclimatología, medioambiente y recursos de subsistencia; 2) Arqueología; 3) Paleoetnología; 4) Toponimia; y, 5) Cartografía.

Entre 2005 y 2010 han sido 10 las estancias de estudio realizadas en el Tiris. Su duración media ha rondado el mes. Si hasta 2007 solamente pudimos efectuar una sola campaña por año, desde 2008 conseguimos aumentarlas a dos, e incluso en 2010 llegamos a alcanzar las tres. Conviene precisar que cada una de estas misiones se ha planificado selectivamente en función de las diferentes áreas de conocimiento impulsadas.

A lo largo de este período hemos obtenido un número muy importante de datos e informaciones de interés. Nuestra norma de actuación ha sido el documentar para conocer. Una manera complementaria de generar una base analítica de referencia del patrimonio cultural a partir de la cual poder ensayar asimismo una aproximación al conocimiento e interpretación del pasado cultural.

Formacion de areniscas, de color rojo intenso, en la sebja de Gleb Terzuz (Mijek): un probable testigo residual de una antigua duna cementada y erosionada por las sucesivas activaciones de la depresion hidrográfica

Formación de areniscas, de color rojo intenso, en la sebja de Gleb Terzuz (Mijek): un probable testigo residual de una antigua duna cementada y erosionada por las sucesivas activaciones de la depresión hidrográfica.

Testimonios y enseñanzas del patrimonio y del pasado cultural del Tiris

Este sexenio de investigaciones nos ha aportado un flujo muy valioso de enseñanzas sobre la biodiversidad geográfica, biológica y sociológica del Tiris a lo largo del tiempo. Un testimonio ciertamente expresivo de su pluralidad patrimonial.

De seguido, vamos a condesar nuestras contribuciones científicas en torno a los 3 grandes campos que, probablemente, mejor ilustren los aportes realizados y el estado actual del conocimiento de que disfrutamos sobre el patrimonio cultural y la cultura del pasado. Nos referimos a las investigaciones paleoclimáticas y medioambientales, a las investigaciones arqueológicas y a las investigaciones etno-antropológicas.

1.- Investigaciones paleoclimáticas y medioambientales

Fundamentalmente, en los últimos 3 años hemos controlado expresivos testimonios climáticos de la Prehistoria del Holoceno antiguo y medio que ponen de manifiesto diversas alternancias entre fases húmedas y áridas entre los 11000 y los 3000 últimos años. Ello lo testimonia un número interesante de formaciones travertínicas conservadas en varias sebjas, algunas motas-testigo de génesis lacustre y ciertos depósitos dunares consolidados que hemos identificado en nuestras inspecciones por los vastos espacios del Tiris.

Como ejemplos especialmente reveladores de los avances experimentados, citaremos los conjuntos sedimentarios de Feleklek y de Emherisat, emplazados ambos en torno a la franja limítrofe del actual erg de Azefal.

En el antiguo “bir”, o pozo, de Feleklek (Duguech) hemos conseguido datar dos tramos bien diferenciados de su relleno sedimentario. Por un lado, el inferior, o de base, asentado directamente sobre el zócalo granítico, que corresponde a un depósito de travertinos fechados en torno a 11000 BP, justo en los primeros momentos del pluvial holoceno. Por otro lado, una formación lacustre, controlada en la parte media del corte estratigráfico, se ha datado alrededor de 4000 BP, coincidiendo, en este caso, con uno de los principales períodos húmedos del Oeste sahariano previo al episodio árido reciente que acabará generalizándose hace unos 3000 años.

No lejos de Feleklek se encuentra la sebja de Emherisat (Duguech), en uno de cuyos segmentos liberados de dunas hemos reconocido un depósito travertínico que supera el medio metro de espesor. Éste se encuentra bien diferenciado en su tercio superior con una capa de travertinos estratificados que hemos conseguido datar en torno a 8500-8000 BP. Por su parte, los dos tercios mesoinferiores muestran un conjunto de travertinos masivos para los que no parecería inadecuado plantear su posible correspondencia con la ya aludida serie travertínica inferior de Feleklek. En esta circunstancia, nos encontraríamos delante de un testimonio altamente válido del Chadiense, implicando a todo el período húmedo del Holoceno antiguo entre ca. 11.000 y 8.000 BP.

Preparacion de una columna estratigrafica para la toma de muestras sedimentologicas en uno de los testigos trevertinicos de la sebja de Emherisat (Duguech)

Preparación de una columna estratigráfica para la toma de muestras sedimentológicas en uno de los testigos trevertínicos de la sebja de Emherisat (Duguech).

Por otra parte, además de estos datos crono-ambientales holocenos, hay que mencionar que también hemos identificado pruebas sedimentarias incontestables de las fases áridas más avanzadas del Pleistoceno, inmediatamente previas al inicio de la transformación climática del Holoceno, de mediados del XII milenio BP. En este sentido, bajo los anteriormente citados depósitos travertínicos de la sebja de Emherisat, localizamos un gran depósito arenoso que debe de relacionarse con el desarrollo del Ogoliense, el último e hiperárido episodio desértico del Pleistoceno. Y, además de este caso, algunas formaciones paleodunares consolidadas, formadas y conservadas alrededor de pendientes montañosas, como la espectacular duna fósil de Galb Ziza (Mijek), testimonian asimismo la presencia estos tramos de aridez extrema pleistocena en esta parte del Sahara.

Comenzamos, pues, a disponer de informaciones de relevancia y entidad sobre el terreno de cara a abordar con rigor el conocimiento climático y medioambiental de algunos tramos concretos del pasado del Tiris: como los episodios avanzados y terminales del Pleistoceno superior, la transición del Pleistoceno al Holoceno, el desarrollo del Holoceno antiguo, algunas fases húmedas holocenas avanzadas y previas a la instalación del árido reciente, etc. Datos que, sin duda, van a adquirir una importancia capital futura en el propósito de rastrear e indagar la implicación y trascendencia de los cambios climáticos en la evolución y devenir de los procesos de evolución social y ecoambiental del Oeste del Sahara.

Así pues, el control de estos registros hidrográficos, eólicos, climáticos y medioambientales aporta una perspectiva novedosa del paisaje del Tiris, de su configuración geográfica, de sus contextos paleobiogeográficos, y de las ausencias y presencias de los grupos humanos a lo largo del tiempo. De la misma manera que en las fases álgidas del extremo “desierto ogoliense” estas tierras constituirían prácticamente un “vacío biológico”, en algunos de los episodios pluviales holocenos, por el contrario, las condiciones climáticas debieron favorecer la instalación de ecosistemas orientados hacia la sabana tropical. En estos momentos “óptimos”, la extensión y densidad de la biomasa vegetal debió ser capar de sostener una completa cadena trófica de muy amplio espectro. Grandes herbívoros y sus predadores carnívoros ocuparían un puesto relevante en la zoocenosis o comunidad animal imperante. En este sentido, diversas pruebas de restos fósiles de fauna, unido a las expresivas imágenes artísticas de un bestiario salvaje, junto a otras con escenas de caza y pastoreo, inmortalizadas en un importante número de estaciones rupestres con pinturas y grabados prehistóricos, constituyen elocuentes testimonios del antagonismo biológico y del radical contraste climático con las condiciones del actual ecosistema desértico. En otros términos, estos testimonios nos ayudan a comprender el porqué una región hoy inhóspita pudo ser sensiblemente poblada y recorrida merced a la sostenibilidad de recursos procurados por el medio. Y en esta visión de la geografía física y humana no debe de pasarse por alto el papel que asimismo debieron jugar las materias primas rocosas presentes en el contexto. Pues, la existencia documentada de notables afloramientos silíceos y de otras rocas aptas para la talla y la gestión del utillaje debió favorecer e impulsar, complementariamente, la atracción de los grupos humanos prehistóricos por estos medios naturales del Tiris. Un espacio, en suma, autosuficiente de cara a la subsistencia durante esas aludidas etapas óptimas del pasado.

En torno a estos perfiles montañosos de Gleibat El Barka (Mijek) llegamos a computar un centenar y medio de monumentos tumulares

En torno a estos perfiles montañosos de Gleibat El Barka (Mijek) llegamos a computar un centenar y medio de monumentos tumulares.

2.- Investigaciones arqueológicas

La Arqueología ha sido la línea de investigación más desarrollada en estos 6 años de actuaciones. En consecuencia, es ella quien aporta el efectivo más denso de resultados científicos.

Ahora bien, antes de nada, conviene precisar que nuestra labor en este campo se ha centrado única y exclusivamente en la prospección superficial del terreno. En esta fase del programa de investigación, no hemos procedido, por lo tanto, a la profundización de los sitios arqueológicos por medio de sondeos estratigráficos, excavaciones o estudios temáticos especializados.

En consecuencia, las exploraciones efectuadas han cuidado extraordinariamente el control de la integridad de gestos y expresiones del patrimonio arqueológico. Toda clase de manifestaciones, independientemente de su cronología, han sido objeto de la investigación: registrándose y catalogándose en el fichero correspondiente. Hemos abordado el patrimonio, por consiguiente, desde una perspectiva integral e integradora. De ahí que la prioridad no se haya dispuesto sobre el conocimiento de un sujeto arqueológico particular; por atractivo que éste pudiere resultar a los ojos del especialista: como, por ejemplo, el repertorio artístico rupestre, las arquitecturas líticas funerarias y rituales, las viejas industrias paleolíticas, etc. Hemos primado jerárquicamente la generalidad sobre la particularidad, lo colectivo frente a lo individual.

Centrándonos, más prácticamente, en la tarea desarrollada, hemos de afirmar que las referencias arqueológicas registradas en este sexenio 2005-2010 han sido muy numerosas y variadas en forma, función y cronología. Así, se elevan ya a 507 los archivos redactados sobre el terreno, reflejando un espectro muy plural de situaciones reconocidas. A efectos cuantitativos pueden ordenarse como sigue:

  • Monumentos líticos sepulcrales y rituales: 230 estaciones (45.4%).
  • Hábitats y conjuntos industriales: 192 sitios (37.7%).
  • Estaciones artísticas rupestres: 56 conjuntos (11.0%).
  • Talleres de explotación de rocas silíceas: 22 lugares (4.3%). Y,
  • Piezas aisladas: 7 ejemplares (1.4%).

La mayor parte de las referencias se asimilan con yacimientos y situaciones prehistóricas del Holoceno (ca. 11500-presente), coincidiendo básicamente con el desarrollo de las sociedades neolíticas y protoberéberes. Por el contrario, los testimonios paleolíticos resultan mucho más restringidos. Si bien, hay que apuntar que desde las últimas campañas comenzamos a disponer de algunos importantes lotes de industrias pleistocenas. Especialmente, vinculadas con algunos los complejos industriales del Paleolítico inferior-en concreto, del Achelense medio y evolucionado-, a lo largo de diversas fases de desarrollo del Pleistoceno medio (ca. 800000-125000 BP), y bastante más secundariamente con repertorios propios del Pleistoceno superior (ca. 125000-11500 BP), entre los que se apuntan indicios del Musteriense y del Ateriense.

Estructura tumular con frente esteliforme de Larui Bu Garn E (Aguenit)

Estructura tumular con frente esteliforme de Larui Bu Garn E (Agüenit).

Es evidente que en este denso repertorio de referencias aludidas se encuentran algunas situaciones ciertamente espectaculares y atractivas: como algunas estaciones artísticas con representaciones de faunas tropicales, escenas de caza y de pastoreo, o con numerosos signos pictóricos escriturales propios de la etapa “líbico-beréber”; o el caso de un excepcional monumento lítico con diseño en creciente ultrasemicircular cuyo trazado perimétrico sobrepasa los 800 m de recorrido; o algunos riquísimos poblados de las fases neolíticas plena y avanzada; etc. Sin embargo, dejando a un lado la singularidad y vistosidad de los hallazgos en sí -es decir, evitando caer en el harto frecuente tópico de su proyección como noticia (o descubrimiento) de impacto mediático- enfatizamos, por nuestra parte, que la aportación de mayor entidad realizada a lo largo de estos años de prospecciones debe de ser medida por estas dos contribuciones particulares:

  • La puesta en valor de la riqueza patrimonial del territorio. Riqueza y valía atestiguadas: a) por el descubrimiento y registro de una muy considerable cantidad de diversificados testimonios arqueológicos: y, en este sentido, hay que recordar que hasta el año 2005 el número de sitio documentados bibliográficamente en el Tiris no superaba la veintena frente a las más de 500 referencias (que incluyen algunos millares de monumentos) catalogadas hasta 2010; b) por la potencialidad científica de los hallazgos y las cuestiones que de ellos pueden derivarse para el futuro de la investigación; y, c) por las implicaciones sociales y patrimoniales inherentes a su gestión por las autoridades saharauis. Y,
  • La construcción de la primera secuencia de poblamiento y de desarrollo medioambiental de un vasto espacio del Oeste de Sahara científicamente desconocido: procurando un primer conocimiento coordenado de la dinámica de ocupación de la región del Tiris. Y es que, poco a poco, estamos logrando que el Tiris pase de ser un territorio desconocido a una referencia regional en los estudios del pasado del Oeste sahariano. En cierta manera, pudiéramos decir que comenzamos a desvelar una nueva “provincia arqueológica” en el Occidente del Sahara.

3.- Investigaciones etno-antropológicas

El contexto humano del Tiris nos ha impulsado a poner en marcha una vía de investigación paleoetnológica centrada en el estudio de sus tradicionales pobladores: los beduinos o pastores nómadas que recorren las tierras del Oeste sahariano a la búsqueda de agua y de pastos para los rebaños de dromedarios, cabras y ovejas.

Esta línea de trabajo se ha planteado con un doble objetivo. Por una parte, lógicamente, el vinculado al estudio científico, y orientado a la mejor comprensión del pasado humano a través del conocimiento de hábitos, normas de comportamiento y respuestas de subsistencia de los grupos humanos “no-modernos” del presente. Por otra parte, el asociado a su implicación social, en torno a la recuperación de la memoria histórica viva del Pueblo Saharaui y del poblamiento tradicional del Occidente del Sahara: mediante el registro y la recolección de sus tradiciones y enseñanzas ancestrales. Una tarea que asumimos, particularmente, como una obligación, un deber y una responsabilidad social, patrimonial y científica.

Hemos conducido su práctica sobre el terreno a través de 2 recursos estratégicos de aproximación:

1) La realización de entrevistas especializadas, dirigidas preferentemente a personas de avanzada edad que conocen como único medio de comunicación el “hassanía” o variante dialectal del árabe propia de las tierras del Oeste sahariano.

Las cuestiones propuestas en ellas hacen referencia a diferentes sujetos de interés histórico, antropológico, medioambiental, socioeconómico, etc. Una aproximación, en cualquier caso, fundada en la recuperación y el estudio de las tradiciones orales significativas de la cultura nómada del Occidente del Sahara.

Monumentos tumulares en las inmediaciones de un dique rocoso que cruza la dhaya de Agasal (Duguech)

Monumentos tumulares en las inmediaciones de un dique rocoso que cruza la «dhâya» de Agasal (Duguech).

Tras algunos ensayos de prueba, empezamos a trabajar de forma sistemática en este campo de conocimiento desde el año 2008. En consecuencia, una buena parte de las campañas de investigación del otoño de los 3 últimos años han estado destinadas a la práctica de interviús con hombres y mujeres beduinos en el Tiris. Fruto de ello, han sido realizadas un total de 52 entrevistas, sobrepasando el centenar las horas de diálogos registrados con la ayuda de una grabadora.

2) La práctica de la cohabitación con el propósito de adquirir una mejor comprensión de los modos de vida de los beduinos. Una aproximación que incorporamos el último año, fundada, en este caso, sobre la observación y el análisis más directos de los hábitos socioeconómicos y la participación en las actividades cotidianas de los pastores nómadas. Una fórmula de estudio que se conoce habitualmente como “observación participante”.

Desde el prisma metodológico, pensamos que el conocimiento “oral” que procuraban las entrevistas, sustentado en la memoria y el recuerdo de las personas sobre hechos, situaciones, relatos, etc., debía de contrastarse y enriquecerse con otras aportaciones más participativas y directas, derivadas de nuestra propia experiencia con la realidad social, es decir, con el contexto particular que determina la existencia de los colectivos humanos que constituyen nuestro objeto y sujeto de estudio. Entendíamos, en consecuencia, que la convergencia entre estas dos vías de análisis conllevaría, en principio, un soporte más objetivo y riguroso en la comprensión de los tradicionales modos de vida y expresiones sociales de los grupos humanos del Tiris y, por extensión, del pasado de la antigua cultura nómada.

De reciente incorporación, pues, una primera estancia de estudio se llevó a cabo en la campaña de primavera de 2010. En buena lógica, a esta experiencia debieran suceder otras prácticas similares con el avance del proyecto de investigación.

Por otra parte, queremos aprovechar este apartado etno-antropológico para mencionar que asimismo estamos desarrollando un programa de recuperación toponímica a través de la implicación directa de los beduinos y pobladores de las tierras saharuis.

Para ello, confeccionamos un “cuaderno de anotaciones toponímicas” compuesto por 60 fichas individuales que contienen un breve formulario. Este cuadernillo se distribuye entre los nómadas con la idea de que sean anotados por ellos, ficha por ficha, los diferentes lugares de paso a lo largo de sus desplazamientos.

En el otoño de 2008, comenzamos a poner en práctica este medio de observación lingüística de la pluralidad del patrimonio toponímico del Tiris. Desde entonces, se han repartido en torno a 50 cuadernos, de los que hasta 2010 se han recogido 12 completados con un variable número de páginas.

Por último, se procedió, en paralelo, a la realización de correcciones de topónimos directamente sobre antiguas cartografías del Tiris. Para ello, se repartieron copias de las mismas en las regiones militares del territorio para que fueran valoradas en ellas por los combatientes más experimentados y buenos conocedores del territorio.

Fuente:Euzkonews

miércoles, 30 de marzo de 2011

Andoni Sáenz Buruaga recoge en un libro sus hallazgos arqueológicos en la zona de Agwanit en el Sáhara Occidental bajo administración de la RASD

La zona se corresponde con los territorios liberados de la zona del Tiris El Gharbia del Sáhara Occidental evacuado por Mauritania en 1979 entre los que está Agwanit.

El arqueólogo Andoni Sáenz de Buruaga (Vitoria, 1956) se siente un "catalogador de la realidad". El lugar en el que el equipo que dirige cataloga es la región del Tiris, una vasta llanura del Sáhara occidental, que se encuentra bajo el control del Frente Polisario. La zona es rica en yacimientos arqueológicos y tierra de una cultura nómada en retroceso que ha quedado reflejada en el libro Pinceladas de un desierto vivo desde la región del Tiris, en las tierras libres del Sáhara occidental, editado por el Gobierno vasco.


Profesor del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco, Sáenz de Buruaga se dedica en exclusiva a la investigación del Tiris desde hace tres años. Su trabajo de campo en el Sáhara comenzó en 2005 con el apoyo económico del Gobierno vasco. Desde entonces, ha realizado 10 misiones en el Sáhara, de una duración media de un mes cada una.

En los últimos tres ejercicios dos campañas anuales intensivas han permitido ampliar las investigaciones arqueológicas hacia la antropología y la lingüística. Ya no sólo observan las piedras, los abundantes monumentos funerarios y rituales que encuentran en el desiertos o las pinturas rupestres, ni los restos de en las orillas de los antiguos lagos y los pozos que relatan los cambios climáticos a lo largo de miles de años. Gracias a la convivencia con los beduinos están estudiando una cultura nómada que camina hacia su desaparición. "Tenemos la responsabilidad de salvaguardar esos elementos antropológicos", explica.

El proyecto del Tiris empezó con una subvención anual de 27.000 euros. Este año, el Departamento de Cultura ha destinado al proyecto 66.500 euros. Ayer, Sáenz de Buruaga presentó sus investigaciones y el libro que las recoge ante la Comisión de Cultura del Parlamento vasco. El arqueólogo se siente orgulloso de haber dedicado ese esfuerzo a "poner en valor la riqueza patrimonial de un territorio". "Hemos sido capaces de levantar la primera secuencia de poblamiento del lugar", destacó. "Una región científicamente desconocida pasa a ser una referencia". Cuando empezaron a trabajar en 2004 estaban localizados 15 yacimientos en el Tiris; a finales del pasado año habían elevado el número de registros a más de 500.

El trabajo de Sáenz de Buruaga es científico pero también una forma de cooperación con el pueblo saharaui. Ante la comisión de Cultura defendió la necesidad de proseguir las investigaciones en el Tiris para seguir difundiendo la riqueza patrimonial de la zona e instruyendo a los saharauis. "No debemos olvidarnos, con un fraternal aliento del pueblo saharaui, con el deseo del reconocimiento de la dignidad y la soberanía y de un futuro más venturoso", dijo.

Fuente El Pais

XX Aniversario del hermanamiento de Vitoria-Gasteiz con la Daira de La Güera28 y 29 de Septiembre de 2007, Plaza de los Fueros, Vitoria-GasteizEl año 1987 el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz declaró a la Daira dela Güera, en la República Árabe Saharaui Democrática, ciudad hermanade Vitoria-Gasteiz.Han pasado 20 años y para celebrar este aniversario el Ayuntamiento deVitoria-Gasteiz y la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Álavaorganizan un encuentro de culturas y artistas.programa de actividadesPlaza de los FuerosVIERNES, 28 SEPTIEMBREA partir de las 11:00 hVisitas escolares:Cuenta cuentos de historias del SaharaTalleres cuero infantil.A partir de las 17:30 hTaller Cuero. Artesanía saharauiActuación de títeres. Compañía Sol y Tierra con la obra "Enanitos y gigantes"Cuenta-Cuentos de historias del SaharaA las 22:00 hActuación musical. Escuela de Folklore Municipal de Vitoria-Gasteiz +MARIAM HASSANSÁBADO, 29 SEPTIEMBREA partir de las 11:00 hTaller Henna. Artesanía saharauiTaller Té. Artesanía saharauiCuenta-Cuentos de historias del SaharaA partir de las 17:30 hTaller Henna. Artesanía saharauiTaller Té. Artesanía saharauiRecital y conversaciones de poesía. Grupo de poetas saharauisGeneración de la Amistad con poetas y poetisas localesA las 22:00 hActuación musical. AZIZA BRAHIM + KEPA JUNKERALa estudiante saharaui Saltana Jaya, que perdió un ojo por larepresión policial en las manifestaciones de los estudiantes saharauisen las universidades marroquíes, estará en las celebraciones del Xaniversario del hermanamiento de Girona con la daira de Farsia, que secelebran en Girona entre el 24 y el 29 de septiembre. Participará conella la abogada Cristina Navarro, jurista, miembro de la Comisión deObservación del Consejo General de la Abogacía.